/ Articulaciones

Articulaciones: cuando el movimiento empieza a causar dolor

Casi nunca pensamos en las articulaciones. Hasta que empiezan a doler.

Y cuando el dolor empieza, no le damos importancia al instante. Piénselo: ¿cuántas veces ha escuchado a una persona mayor decir "me duele todo"? Rodillas, espalda, dedos... "es la edad", "es normal", "todo el mundo vive así". Y desde la infancia, creemos que el dolor en las articulaciones es parte inevitable de crecer: duele, cruje y limita el movimiento.

Nos acostumbramos y lo vemos como rutina, pero las articulaciones no toleran la indiferencia. El dolor no es normal: es una señal de alerta. Cuanto más tarde en atenderlo, más grave será la consecuencia.

Dolor, crujido, rigidez, pesadez... podría parecer cansancio, la edad, la carga del día; pero esas “pequeñas molestias” suelen ser el inicio de un daño progresivo. Sin avisos estrenduosos, un día resulta difícil no sólo correr, sino incluso caminar, subir escaleras, agacharse o levantarse de la cama.

Las enfermedades articulares son el segundo problema crónico más frecuente en México, después de las cardiovasculares, y tienden a aparecer cada vez más pronto.

  • Casi el 30% de los adultos españoles experimenta dolor en las articulaciones al menos una vez
  • Más de 13 millones de personas en Mexico viven con un diagnóstico de osteoartritis - pero el número real puede ser mayor
  • En 20 años, el número de pacientes que sufren osteoartritis ha aumentado un 100-150%
  • Les maladies chroniques du système musculo-squelettique sont la principale cause d'invalidité chez les femmes.
  • Y todo esto no es sólo una "enfermedad de la vejez", sino el resultado de la sobrecarga, un metabolismo alterado, un estilo de vida sedentario y la inflamación.
Esto no es sólo una "enfermedad de la vejez": es el resultado de la sobrecarga física, el metabolismo alterado, el sedentarismo y la inflamación.

Si usted siente dolor en las rodillas, tensión en las articulaciones o rigidez en los movimientos, no es la edad. Es una señal de su cuerpo. Cuanto antes actúe, mayores serán las probabilidades de conservar la movilidad y evitar cirugías.
Articulaciones: cuando el movimiento empieza a causar dolor
Articulaciones y comorbilidades: una cadena que no debe ignorarse

El dolor articular rara vez es aislado. En cuanto una persona empieza a moverse menos, se pone en marcha toda una cascada de trastornos en otros sistemas. No sólo sufre el sistema músculo-esquelético, sino también el metabolismo, el corazón, los vasos sanguíneos, incluso la psique.

– Tromboembolismo. Uno de los riesgos más peligrosos, pero del que se habla poco, es el deterioro de la movilidad. Cuando una persona se mueve menos debido al dolor articular, la sangre de las venas se estanca. Esto crea las condiciones para la formación de coágulos sanguíneos. Un trombo de este tipo puede desprenderse y obstruir la arteria pulmonar. Es lo que se conoce como embolia pulmonar, y en el 30% de los casos acaba en muerte. Sin previo aviso. Sin una segunda oportunidad.

–Sobrepeso. Una movilidad limitada conlleva un menor consumo de energía y, en consecuencia, un aumento de peso. Y todos esos kilos de más 5: son +30 kg de carga sobre las rodillas al caminar.

– Diabetes y síndrome metabólico. El sedentarismo empeora la sensibilidad a la insulina. Los niveles de azúcar aumentan, lo que incrementa el riesgo de diabetes de tipo 2 y todas sus complicaciones asociadas.

– Hipertensión. La falta de movimiento provoca una reducción de la elasticidad de los vasos sanguíneos, una ruptura del tono y un deterioro del flujo sanguíneo. Aumenta la presión. Y aumenta la carga sobre el corazón.

– Aterosclerosis. Un estilo de vida sedentario acelera el depósito de colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos. Esto aumenta el riesgo de ictus e infarto de miocardio.

– Inflamación crónica. El proceso inflamatorio no se limita a la propia articulación. Puede mantener un contexto general de inflamación en el organismo que destruye tejidos, vasos sanguíneos y órganos internos.

– Depresión y ansiedad. El dolor constante, la limitación de movimientos, la reducción de la calidad de vida... todo ello afecta a la psique. La gente empieza a sentirse vieja, enferma e impotente. Esto empeora el estado general y reduce la motivación para el tratamiento.

Por eso no se puede «esperar a que pase» con las articulaciones. No se trata sólo del dolor al caminar. Se trata de la salud general, la esperanza de vida y la calidad del envejecimiento.
Póngase a prueba

¿Le cuesta levantarse por la mañana? ¿Siente rigidez en las rodillas o la zona lumbar los primeros minutos?

Esto significa que, durante la noche, sus articulaciones no reciben la nutrición adecuada y la inflamación reduce su movilidad. Es uno de los primeros síntomas de artrosis.
¿Sus articulaciones crujen al moverse, especialmente rodillas u hombros?

El crujido revela que el cartílago ya se ha adelgazado: las superficies óseas se rozan sin amortiguación, acelerando el desgaste si no actúa a tiempo.

¿Le resulta cada vez más difícil subir escaleras o caminar distancias largas?

La articulación pierde capacidad de absorbción de impactos, los músculos se debilitan y la inflamación limita el movimiento, convirtiendo cada paso en una carga extra.
¿Siente pesadez o hinchazón en las piernas, sobre todo por la noche?
No es solo fatiga: la movilidad reducida estanca la sangre en las venas, favoreciendo varices y, en casos graves, la formación de coágulos considerando que un coágulo de este tipo puede ser mortal.

Si se reconoce en alguno de estos puntos, no es "fatiga" ni de algo "normal". Son señales de que sus articulaciones ya está perdiendo movilidad y que el cartílago deja de nutrirse.

Primero una ligera tirantez por la mañana; luego, un crujido que antes no existía, por lo que deja de correr, deja de estar de pie y deja de agacharse. Se decide a cambiar de estrategia, evitando con ello movimientos. Sin embargo, la articulación en ese punto sigue deshaciéndose.
Así comienza la artrosis. Así comienza la inflamación. Así se pierde movilidad, no inmediatamente, pero sí poco a poco.
Por qué el dolor no es sólo un síntoma, sino una advertencia
El cartílago articular no duele. Simplemente se borra - silenciosamente. Y el dolor comienza cuando la inflamación llega a los nervios o cuando los huesos empiezan a rozarse entre sí.

Por eso el dolor ya no es el principio, sino la mitad del proceso. Y cuanto más espere, mayor será el riesgo:
  • pérdida de movilidad,
  • dolor constante,
  • necesidad de cirugía.
Esto destruye las articulaciones:
Las articulaciones rara vez fallan por un solo motivo; suelen colapsar bajo la presión de varios factores que se refuerzan entre sí.

Enfermedades sistémicas: diabetes, hipertensión, obesidad

Estas afecciones aumentan la inflamación en todo el organismo. En la diabetes, los nervios y los capilares sufren, la obesidad aumenta la carga sobre las articulaciones y la hipertensión altera la microcirculación. Juntos, crean un telón de fondo en el que la articulación se colapsa 2-3 veces más rápido.

Sedentarismo = Interrupción del flujo sanguíneo

Las articulaciones se abastecen de capilares y tejidos periarticulares. Si la circulación sanguínea se interrumpe -por ejemplo, como consecuencia de un estilo de vida sedentario o de problemas vasculares-, el cartílago y los ligamentos simplemente no reciben las sustancias adecuadas. Esto acelera el desgaste.

Desgaste del cartílago (artrosis)

El cartílago es lo que protege a los huesos de la fricción. Es fino pero duradero. Cuando se reduce, los huesos empiezan a entrar en contacto directo, lo que provoca dolor, inflamación y destrucción. La artrosis es exactamente ese desgaste, se desarrolla lenta pero irreversiblemente.

Inflamación (artritis, gota)

Aunque el cartílago aún no se haya borrado, la inflamación puede destruir la articulación desde dentro. En la artritis, el sistema inmunitario ataca sus propios tejidos. En la gota, los cristales de ácido úrico dañan la superficie de la articulación. Esto provoca hinchazón, dolor, enrojecimiento y pérdida de movilidad.

Lesiones y microlesiones.

A menudo, todo empieza con una contusión, un esguince o un traumatismo menor que no se ha curado. La articulación se "despega" de su régimen habitual y comienza una reacción en cadena: hinchazón, carga, inflamación, destrucción.
Estas afecciones aumentan la inflamación en todo el organismo. En la diabetes, los nervios y los capilares sufren, la obesidad aumenta la carga sobre las articulaciones y la hipertensión altera la microcirculación. Juntos, crean un telón de fondo en el que la articulación se colapsa 2-3 veces más rápido.
¿Por qué las pomadas y las pastillas no resuelven el problema?
Sí, cada vez es más fácil, el dolor está remitiendo y las articulaciones parecen haber vuelto a la normalidad. Pero esto es sólo temporal, las pastillas y las pomadas alivian la inflamación sin tratar a la articulación, no restauran el cartílago, no mejoran la nutrición de los tejidos. En cuanto desaparece la acción del medicamento, el proceso continúa; silenciosamente, sin síntomas: hasta que es demasiado tarde.

El cartílago no vuelve a crecer y la articulación no se regenera. Y si se limita a aliviar el dolor, usted pierde el tiempo. Y luego, cuando el dolor reaparezca, es posible que casi no quede cartílago. Y ninguna pastilla ayudará, sólo una operación o una prótesis.
Lo que realmente necesitan las articulaciones:
La articulación no necesita una pastilla analgésica, necesita apoyo desde dentro:

  • Eliminar la inflamación. Pero no agresivamente, suavemente-sin golpear el tracto gastrointestinal y sin enfermedades secundarias.
  • Mejorar la microcirculación. Para que los nutrientes lleguen realmente al cartílago y a los tejidos.
  • Apoyar el cartílago. Glucosamina, colágeno, vitaminas y minerales son los “ladrillos” de la que el cuerpo restaura las superficies articulares.
  • Reduzca la carga. Especialmente si tiene sobrepeso: cada 5 kg de más son +30 kg sobre las rodillas al caminar.
  • Normalice su metabolismo. La diabetes, la hipertensión, la aterosclerosis, todo ello agrava la nutrición de las articulaciones y acelera su destrucción.

No es un curso de una semana. No es un ungüento que se unta de caso en caso. Es un apoyo completo - todos los días, estable, no agresivo.
Blog
    ©️ 2025. Todos los derechos reservados
    Llame a
    Línea directa para llamadas desde México
    Escríbanos
    Enviar un e-mail
    Categoría
    Legales
    Información al cliente
    Suscribirse a las noticias
    Сообщение об успешной отправке!
    Gestión de cookies
    Utilizamos cookies para ofrecer la mejor experiencia de usuario en el sitio web.
    Aceptar todo
    Configuración de cookies
    Gestión de cookies
    Configuración de cookies
    Las cookies, que son necesarias para el correcto funcionamiento del sitio web, están siempre activadas.
    Otras cookies son configurables.
    Cookies estrictamente necesarias
    Siempre activas. Estas cookies son necesarias para permitir el uso del sitio web y sus funciones. No se pueden desactivar. Se instalan en respuesta a solicitudes de los usuarios, como la configuración de preferencias de privacidad, el inicio de sesión o la cumplimentación de formularios.
    Cookies de análisis
    Disabled
    Estas cookies recopilan información que nos ayuda a comprender cómo se utilizan nuestros sitios web o la eficacia de nuestras campañas de marketing, o que nos ayuda a adaptar nuestros sitios web a sus necesidades. Aquí encontrará una lista de las cookies analíticas que utilizamos.
    Cookies publicitarias
    Disabled
    Estas cookies proporcionan a las empresas de publicidad información sobre sus actividades en línea para que puedan ofrecer publicidad en línea más relevante o limitar el número de anuncios mostrados. Esta información puede compartirse con otras empresas de publicidad. Aquí encontrará una lista de las cookies publicitarias que utilizamos.